jueves, 25 de octubre de 2012

MERLOTEADO ?

Que extraño... leía esta nota de mi amigo Nicolás Visnevetsky y me dí cuenta que últimamente subí muchos Merlot al blog, eso además de la sección MERLOTEANDO. Pienso que estoy cansando con el Merlot, con mi cepa favorita; y es que decidí, hace mucho tiempo, defenderla

Ahora recuerdo, por enésima vez, lo que representa el Merlot para mi provincia adoptiva de Río Negro y pongo a continuación las sabias palabras de Nico:



" ... Decidí comenzar con los Merlot. Recorrí cada una de las bodegas pidiendo Merlot. Certifiqué una vez más que Río Negro es la tierra del Merlot y el Merlot es un varietal que está del lado de la luz. No es una cuestión de mística pero es una de las reinas tapadas por el boom del Pinot, esa otra cepa que a veces peca de vedette para quien suscribe y a la que inflan como el emblema de la Patagonia.

El Pinot es un soldado de la oscuridad y aquí me puedo ganar el odio de much@s. Tiene un ciclo de maduración caprichoso e intenso y no en todas las regiones se la banca (en la nuestra es cierto que se da muy bien), tal vez también por eso tiene una atracción increíble, como si uno lograra ubicarse a través del olfato y el gusto en varios lugares del terreno y de la flora.

El Merlot no tiene una carga tánica tan elevada. Es generosa y placentera, es el alma de la fruta. Está en la línea de la luz, en ese territorio claro donde los vinos hackean el sistema gustativo y la máquina de rotar monotonías vitícolas en botellas de vino se detiene por un rato… y ojalá que para siempre.

La historia es sencilla. En menos de 60 años Río Negro perdió mas de 150 mil hectáreas -quedan ahora aproximadamente cerca de 20 mil-. En el medio los gobiernos, las crisis, los ajustes y una mixtura de la posguerra europea que trajo otra idea de vino, u otra necesidad. La gente escapando de la muerte y el hambre, y a su vez tratando de construir una cotidianeidad lo más parecido a todo lo aprendido en la vida hasta ese momento. Producción a granel, cepas criollas, cantidad, poca calidad. Había que emborrachar ese presente también. El exilio es uno de los tajos más profundos en la vida de los humanos.

Río Negro desde sus 20 mil hectáreas aún mantiene con diferentes ejemplos un correlato en la identidad de sus vinos.

Mientras el boom de los migrantes europeos llenaban las cubas y barricas hasta el tope y los terruños estallaban de uvas criollas, algunas de corte más fino se mantuvieron vivas, reproduciéndose, abandonadas, frente a décadas de sol y luna. Como una especie de cautiverio. Los hombres que las cuidaron, las cosecharon y vinificaron son los soldados del vino.

Sin embargo Neuquén consolidado como un polo colosal del vino aún sigue buscando su identidad. Montadas varias de sus bodegas con dineros de las arcas públicas en lungos créditos amistosos y facilitados en la concreción de la loca idea empresarial de montar bodegas en el desierto, Neuquén aún sigue buscando su vino. En esa búsqueda hay que destacar que existe una evolución constante donde se pueden encontrar varios exponentes de diversos varietales con un toque enológico increíble. Esos enólogos también son los soldados del vino, aunque la búsqueda dure mil años, ellos no se detienen, el vino no se detiene.

Rio Negro tiene un siglo de Merlot, Neuquén una década de Pinot. En el medio las crisis y las levantadas, los encuentros y las despedidas, las noches y los días. La vida.
Esto nada tiene que ver con Sideways y mucho tiene que ver con el rumbo que los índices del mercado exterior nos revolean por la cabeza queriéndonos tapizar el paladar y decidiendo ellos que vino es mejor que otro.

En mi recorrida Merlot estos son los que me parecieron interesantes:

Mar de Bodega Océano. Esta bodega tiene un toque distinto en el vino que hacen, tal vez su cercanía al mar, tal vez su audacia. Un Merlot tranquilo, para una bodega intensa.
Enclave Sur, un proyecto de un puñado de productores de la zona de Choele y Beltrán que de manera muy manual y lejos de las enormes maquinarias buscan un vino que represente el deseo de cada uno de ellos, pero que a su vez plasme el terruño y el sueño de esa tierra hermosa. Vale destacar su Merlot 2010, con un mar de pasas en la boca.
Km 1120, esta bodega de Regina que ha logrado un vino espeso, redondo y sencillo tiene un Merlot interesante.

Bodegas del desierto, desde La Pampa en su cosecha 2009, Patagonia Valley, desde Darwin y una opción 2008 diferente, cargada de madera, más boutique.
Luego están algunos de los imprescindibles como el Merlot de Patritti y el Estate de Humberto Canale.
Faltaron algunas bodegas que siguen sin estar desde la génesis de esta feria y algunas otras que han dejado de participar. Como Agrestis de Gral. Roca, dueña de un espumante inolvidable.
En futuras columnas trataré de hablar de otros varietales de esta feria. Me parecía sensato en honor al Merlot del sur, poder dedicarle algunos renglones"

La nota completa de Nicolás para el diario Río Negro: acá

Nico, gracias por sumar !!!


8 comentarios:

  1. Querido FABIÁN:
    No le aflojes al Merlot, que es una gran cepa !!
    Abrazo desde Córdoba. ROBERTO

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  2. Gracias Roberto!! Seguiremos adelante...
    Abrazo

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  3. Aunque en la variedad está la gracia, no afloje con el Merlot, amigazo!
    Muy bueno lo que escribió Nicolás. Gracias por compartirlo.

    Abrazo!

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  4. Exelente Fabian. A seguir con el merlot... abrazo

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  5. Gracias Ariel y Anónimo! seguiremos en el camino...
    Salutes

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  6. Muy interesante la nota de Nico!
    Además me gustó desde el comienzo y mucho, mucho, sus frases de firma.

    Abrazo!

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  7. Adrián, gracias por comentar y coincido en que me gusta lo que mencionas de las notas de Nico.
    Abrazo

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  8. Hola Fabián: cuando pueda probaré ese "mar de pasas" de Enclave Sur. ¡Hasta pronto!

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